4 errores que evitar en la pintura de tu inmueble

Antes de empezar con el trabajo de pintura de un inmueble, es muy importante planificar el trabajo y el tipo de pintura que se quiere utilizar, para evitar luego tener que arrepentirnos por no haber hecho un trabajo previo, imprescindible para que el resultado este a la altura, de las expectativas buscadas en la pintura de un piso o casa.

Para evitar los problemas, que nuestro equipo de pintores, detecta de forma frecuente, vamos a explicar cuáles son para no cometerlos.

No quitar el gotelé de paredes y techos

Muchas veces la decisión de no quitar el gotele es por cuestiones económicas, para que el precio no sea demasiado elevado o porque no quieren que el trabajo se alargue en el tiempo y se monte mucho "jaleo" .

Pero lo cierto es que las personas que se deciden a realizar el trabajo nunca se arrepienten y por contra en muchas ocasiones nos encontramos clientes, que tienen que repetir un trabajo de pintura, que había sido realizado hace pocos años, por que no están a gusto con el resultado de su pintura en una pared de gotelé. Algunas de las principales quejas de no haber quitado el gotelé son:

• Los colores escogidos no lucen como se esperaba. Esto se produce por que el gotele crea claro oscuros en las paredes, que hacen que los tonos empleados se vean más apagados y menos vistosos que en una pared lisa.

• Las estancias se ven pequeñas. De nuevo el tener gotele en paredes y techos, crea pequeñas sombras en las paredes y techos, que provocan una menor reflexión de la luz en la estancia, con lo que las mismas parecen más pequeñas.

• Los inmuebles envejecen. El gotele es una técnica de pintura que se puso de moda en los años 60 y 70, pero que está pasado de moda, y hacen que las casas luzcan un estilo algo trasnochado.

No tener en cuenta el tipo de luz del inmueble

Uno de los aspectos más importantes a tener en cuenta a la hora de escoger un tono o color de pintura es la luz que el inmueble dispone. Nos referimos tanto a la cantidad de luz, como si esta es directa o indirecta.

• Según la cantidad de luz. Los inmuebles que no cuentan con mucha luz, deben decantarse por tonos claros o directamente blancos. El color blanco favorece que la luz entrante rebote en las paredes, consiguiendo una estancia más luminosa y con sensación de mayor amplitud. Por contra los inmuebles que son luminosos, pueden decantarse por colores o tonos de pintura más oscuros, ya que la luz compensa, que los tonos oscuros atrapen parte de esta luz.

• Según la incidencia de la luz. Los inmuebles donde entra la luz directa, se deben decantar por tonos más frios, como los azules, verdes y blancos tirando a gris. Mientras que los pisos con poca luz directa deben decantarse por tonos más calidos, como los rojos, amarillos y blancos tirando a beige.

 

Utilizar tonos de pintura muy oscuros

Muchos de nuestros clientes, tienden a elegir un tipo de pintura, porque lo han visto en otros espacios, o en la tele, internet o revistas. Muchas veces los colores más intensos y oscuros son los que más impactan y llaman la atención, pero hay que tener en cuenta las características de nuestra propia vivienda, para saber si esos tonos favorecen al inmueble.

Cuando no se dispone de mucho espacio en las estancias, o la luz que tenemos no es abundante, debemos evitar esos tonos oscuros en especial en aquellas paredes donde la luz incide de forma más intensa, para evitar perder luminosas en las estancias y que las mismas parezcan menos grandes de los que realmente son.

 

No utilizar el tipo de pintura correcta para cada estancia o uso

Dentro del mercado de pinturas disponemos de una gran variedad de pinturas que, por su composición y características, son las indicadas para un uso concreto. Es un error pensar que lo más adecuado es emplear la misma pintura para todo el inmueble, ya que los usos que se dan a cada uno de ellos pueden ser muy distintos.

• Pintura esmalte. Este tipo de pintura es la adecuada para cuando se necesita una mayor resistencia. Por lo tanto, es muy recomendable para espacios como los cuartos de baño, que están expuestos a más manchas y sobre todo a una mayor humedad y condensación que puede favorecer que la pintura se estropee e incluso se forme moho, si no se usa la pintura adecuada.

  Pintura epoxi. Se trata de un tipo de pintura muy especial que nos permite dar un uso muy concreto en paredes y techos. Se trata de una pintura ultraresistente a la abrasión y muy fácil de emplear. Es por ello que se puede utilizar en zonas como los suelos de los inmuebles. o en zonas como las paredes de las cocinas.

  Pintura lacada. Es la indicada si lo que se quiere es renovar el color de puertas de paso, armarios o muebles. Se trata de una pintura con un acabado sedoso y muy uniforme, que resulta perfecta para este tipo de superficies.